lunes, 11 de mayo de 2009
Mermelada de Infierno
Así como se perfuma la oscuridad
Cuando rasgo tu ropa
Se quema el mundo bajo el manjar de tu enamorado infierno
Unge cada partícula nocturna
Perdida en mi vientre de óleo dispuesto.
Tus uñas marcando con fuerza mi espalda
Amable anfitriona de su invariable acento
Y tu lengua impredecible por mi garganta
Mezclando nuestra carne en la espuma del sexo.
Erótica y bohemia llega a mi oído de nido impaciente
El hervor de tu palabra que empuja mi sien a tu cintura
Y me acerca peligrosamente a enfermar en tus muslos de locura
Agrietando el aire consumido
En esta pequeña muerte.
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