domingo, 26 de abril de 2009

Paula


Sólo por aislarte del mundo

Amordazar mi propio tormento
Mientras mis manos cautivan
Al propio yugo que las sujeta.

Por que no hay cielo que te pueda contener
Aniquilaré todo esplendor distinto a ti,
Reduciendo corales de ángeles a figuras que se desvanecen
Como una plegaria en el firmamento y
Proyectando al vacío toda belleza que no te anhele
Como su único deseo.

Para aislarte
A un perímetro íntimo.
Eterna como un sol.
Con la delicadeza más profunda;

Similar a cuando no hace mucho,
Me tuviste por primera vez en tus brazos.

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