jueves, 13 de febrero de 2020

PADRE




A veces tu fantasma
Golpea con tus huesos en mi ventana
Tristemente enciende tu recuerdo
Para desvanecerse como una lluvia negra

Ahora regresas para abordar mi corazón incompleto
Cuando jamás estuviste en casa
Sino perdido entre botellas y apetitos vulgares
Con el demonio en el fondo.



No me permitiste estar a tu lado
No vigilaste mi sueño
 No estuviste orgulloso

Nunca afilaste mis alas con ternura
Nunca me diste el oro de tenerme en tus brazos
Para hacerme distinto de otros hombres.



¿Cuánto tiempo falta para perdonar este daño?

Puedo acaso; agregar unas horas a la eternidad;



Y fingir que fuimos otros?

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