He cambiado mi amplio abrigo de sombras
Por un pequeño puente entre el cielo y el infierno.
Y la colección de voces malsanas que sonaba en mi cabeza
Por una llave que da cuerda a mi corazón.
Devasté el mundo
Inundé palacios, autopistas, voces,
Aniquilé todo tiempo listado de dolor
Para elevar una Venecia definitiva.
Os destruí
Para destruirme.
Y me destruí
Para convertirme en la presa que mata al cazador.
martes, 28 de abril de 2009
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